Por Cornago Gonzalo
Profundo, honesto, pasional. Puede derramar lágrimas buscando transmitir lo que siente. Sergio “Cachito” Vigil, lo da todo. No se guarda nada. Ya sea en una charla de café, dirigiendo a un seleccionado de hockey o ante un auditorio que lo escucha con un silencio reverencial. Fue más de una hora y media de lecciones de vida: un mensaje de esfuerzo, superación y humildad que invita al crecimiento individual y colectivo, aplicable tanto al deporte como a la vida, el que dejó el ex entrenador de la selección argentina de hockey femenino, durante su visita a Nogoyá, donde brindó su charla a los empleados de la empresa La Lecherita y a diversos formadores.
“Les traigo lo que me tocó compartir junto a cada ser humano. Todos me fueron enseñando. Son las cosas que me enseñaron los equipos, yo lo puse en palabras y trato de compartir un espacio para repensarnos. Lo único que me interesa es que cada persona que juega en esta vida pueda descubrir en su interior a su propio campeón o campeona”, admitió el laureado entrenador.
Sergio “Cachito” Vigil es Profesor de Educación Física, entrenador de alta competencia y coach ontológico, fue el creador ideológico del ADN y entrenador de Las Leonas, el Seleccionado Argentino de Hockey Femenino que fue Campeón Mundial, medalla de Plata y Bronce olímpico. Le dio una identidad única a ese equipo, basada en valores positivos, coherencia, respeto y compromiso. En cada grupo que conduce, deja una huella que inunda de coherencia y pasión a sus dirigidos.
“Cada persona tiene un potencial enorme dentro suyo, condiciones innatas que están listas en cada persona y quieren descubrirse. Lo mejor que le puede pasar a un equipo, es que a lo largo del camino, cada una de esas condiciones se vayan descubriendo. Eso hace que todo empiece a disfrutarse, empiece a tener sentido. Lo que se busca cuando uno trabaja en equipo, más allá de un logro deportivo es que se construya un ser humano distinto. Que cada día se transforma y que puede cambiar el mundo desde su mundo. Y cuando hablamos de cambiar el mundo, es que mientras buscamos ser campeones, que en verdad no es ser campeón, ni mejor que todos los demás. Lo que buscamos es construir un campeón interior, para que la vida tenga campeones. Entonces si la vida tiene campeones, quizá la vida sea más humana, tenga más sentido y piense más en lo que es comunidad”. comentó Vigil en la charla brindada en la sala de Teatro de la Sociedad Italiana.
“Un ser de experiencia es aquel que no agota su espíritu emprendedor. Un ser experimentado es aquel que dice me freno acá, porque quizás alguna vez me sale mal. Y la vida es emprender. Y lo opuesto a la vida, no es la muerte, lo opuesto a la vida es la inercia. La inercia es la muerte en vida. Hay momentos que son muy duros, no todo siempre sale bien, tanto en la vida como en un equipo. Pero en esos momentos duros, hay algo más fuerte que vale la pena: permitirse vivir a través de buscar, de emprender, de no bajar los brazos. El propósito siempre tiene que ser más grande que la meta”
“El rol del estado es cuidar. Cuidar el valor humano. Esas personas que trabajan todo el día de sol a sol y dan un ejemplo a todos nuestro país, nunca son los más considerados. Siempre son los que se les pone un pie encima. Son siempre a los que se los limita. Nunca voy a entender porque a las personas más importantes: que son los trabajadores de la vida, y no hablo solo de trabajar en su trabajo, sino de todo el ejemplo que dejan, para quien conduce, para quienes todavía no están trabajando. Esas personas nunca son cuidadas y siempre son las que cualquier medida terminan perdiendo.
Así y todo esas personas son inquebrantables en su actitud, en su esperanza, en su resiliencia. Pero algún día me gustaría que no juguemos más con esas personas, que son las únicas que nos dan el ejemplo y son las que más descuidamos. De esas personas tenemos que aprender . Son los únicos realmente importantes y quienes pueden cambiar la historia de nuestro país.”
