En las últimas dos décadas, el running se transformó en una actividad que despertó el interés de miles de personas. En cualquier ciudad del mundo aparecen corredores. A raudales, a toda hora y en múltiples lugares, los runners se calzan las zapatillas y salen a realizar su rutina de entrenamiento.
Por Gonzalo Cornago
Solos o en grupos, queda claro que lo importante es correr. El running es una actividad tan simple que no requiere horarios, se practica al aire libre y solo depende de la voluntad de quien decida salir a hacer su terapia en zapatillas. Es una actividad sumamente democrática porque permite, por caso, participar en una carrera en la que están los que van muy rápido, la elite de la elite, y quienes tan solo desean superarse para llegar a la meta: los aficionados. Asimismo, los beneficios son cuantiosos desde lo físico hasta lo mental. Tal vez en ello radique una de las claves de su éxito. A simple vista, hacerlo es muy sencillo, pero, en rigor, requiere dedicación y controles para que ese primer paso se transforme en una actividad duradera. En sí, correr encierra un objetivo personal que suele tornarse transformador. A veces, se trata de una meta física, como adelgazar, ejercitarse o mantenerse en forma. Sin embargo, la mayoría de los corredores no tienen total conciencia de lo extremadamente beneficioso que es salir a correr. Una vez que se da la primera zancada, el running genera una simbiosis de la que muy pocos pueden escapar. Atrapa a grandes y chicos. Los integra, los socializa, los estimula. Colabora para mejorar la autoestima y la valoración personal. Correr es una de las mejores maneras de desconectarse, porque proporciona un tiempo ideal para ordenar los pensamientos o para reflexionar sin distracciones sustantivas. Sobran los ejemplos de los corredores que tienen grandes ideas mientras lo hacen.
Correr, a simple vista, es una actividad tan sencilla que cualquier persona puede hacerla. No obstante, todo corredor sabe que su resistencia se incrementa a medida que aumenta la distancia, la velocidad y la cantidad de días que dedica a correr. En este sentido, la práctica del running nos permite obtener resultados positivos muy pronto. La gran mayoría de los corredores suele empezar de manera anárquica. Se calzan las zapatillas y salen a correr 15, 20 o 30 minutos –y más también– en soledad y sin una guía definida. Sin duda, ese primer paso es imprescindible para adaptarse a una nueva forma de vida y pasar luego a una segunda etapa que podría denominarse de “euforia”. Correr cansa, por supuesto. A veces incluso llega a causar dolor, pero, sin duda, el runningtiene sus recompensas. Científicamente, la “euforia” del corredor se define como una sensación temporal de bienestar que se alcanza con el ejercicio prolongado. Esto se traduce en alegría, energía sin límites. Así la suelen describir los deportistas profesionales y aficionados. La euforia, permite que el running se convierta en una actividad capaz de transformar miles de vidas.
Erwin Ormaechea es el encargado del running team Alametay nos cuenta como fueron sus comienzos en esta actividad y cuanto influyó en su vida: “Mi primer carrera fue de casualidad y por un desafío que hice. Era una carrera acá en Nogoyá en beneficio del Hospital San Blas y me largué a correr sin saber nada de la actividad. Largue y llegué me gustó el ambiente y empecé a practicar y meterme de lleno en la actividad me sirvió para dejar el cigarrillo, que era algo que venía intentado y no podía dejarlo. Ese fue el puntapié inicial e inmediatamente me anoté en otra carrera 2016, fue en la distancia alternativa del Maratón de Rosario. Una mañana de lluvia y mucho frío, terminé temblando y ese día supe que iba a ser difícil dejar el running. La actividad me había atrapado por completo”
¿Qué encontraste en el running, que no te daba otro deporte?
Me gusta el deporte individual. En el running no se puede echar la culpa a nadie. Si no entrenas, no rendís. En cambio en un deporte grupal por ahí se disimula más. Acá todo depende de vos. No te salva nadie. Y además es una actividad que te devuelve todo lo que le das. Si entrenas la evolución la notas enseguida. En el running en cada carrera se da el 110% de cada uno, vas al límite de lo q da tu cuerpo. Esa sensación no sé sí te la da otro deporte.
¿Cuándo formaste tu runningteam y porque?
Fue también de casualidad, un chico me pidió si lo podía ayudar en los entrenamientos, porque él tenía un grupo chicas que iban a las carrera y se estaban entrenando solas y ahí fue que desinteresadamente los guíe. Como me sentí cómodo y me gusto, me propuse hacer unos cursos e ir adquiriendo conocimientos sobre los entrenamientos, no solo para volcarlo a otras personas, sino también para yo prepararme de la mejor manera. En 2018 que fue cuando empecé éramos cinco o seis, hoy somos más de 40 las personas que se han sumado al grupo. Así se fue dando q se empezó a sumar más y más gente hasta tener un grupo muy numeroso hoy en día.
¿Cuáles son las satisfacciones que tenés como entrenador?
La mayor satisfacción es ver como toda la gente que se suma al grupo confía en lo que uno hacer y ayudarlos a cumplir los objetivos que se proponen. Esa es la mayor sastisfacción. También es lindo cuando se ponen grandes desafíos por delante y se puede cumplir, como fueron en su momento los 30 km de El Puente en la ciudad de Rosario o varios integrantes del grupo que se han convertido en maratonista. Es lindo ver también cuando alguien del grupo obtiene un podio, pero siempre les digo, que más allá de cualquier marca, lo importante es superarse a sí mismo.
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