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Fútbol

Qué hay detrás de la salida de Heinze del Atlanta United

Gabriel Heinze dejó de ser el entrenador del Atlanta United. ¿Qué hay detrás de esta salida?

“‘Yo no hablo de fútbol con ninguno de ustedes. Que quede todo bien claro de entrada. Yo me manejo así y quiero que lo sepan desde el primer día para que después no digan: Heinze esto, Heinze lo otro. De fútbol hablo solo con el Polo que es el encargado del área’, le dijo al presidente. En el día a día es muy exigente, a mí me tenía loco: Polo esto, Polo lo otro. Me inflaba la cabeza. Exige, labura todo el día. Es un fuera de serie, un fenómeno, un crack”. El que habla es Jorge “Polo” Quinteros, quien estaba encargado del fútbol cuando Argentinos Juniors fue a contratar a Gabriel Heinze. “Malaspina lo llamó y el ‘Gringo’ le dijo: ‘Dame tres días y te digo si me reúno con ustedes o no’. A los tres días llamó y dijo: ‘Los voy a escuchar’. Nos esperó en Baradero. Cuando llegamos a su campo estaba como con veinte televisores y todo su cuerpo técnico. En esos tres días se había visto todos los partidos del equipo y había analizado todas las inferiores. Un fenómeno”.

No hay mejor anécdota para definir cómo es y cómo trabaja Heinze. Profesionalismo, dedicación y pasión por lo que hace. Autoexigencia al ciento por ciento. No entiende la vida y el trabajo de otra manera. Filosofía Heinze.

Gabriel Heinze debe ser de las pocas personas que desalienta a quien le consulta sobre continuar con la profesión que él ama y que, según sus propias palabras, es lo único que sabe hacer. Le gusta estar con el jugador, ayudarlo en su crecimiento, que entienda la profesión. Volcar sus experiencias en sus jugadores, compartir las tristezas y las alegrías. Descubrir cómo ayudar a un equipo.

Su gran obsesión es que sus jugadores trasciendan en el fútbol, que entiendan que, con sacrificio y dedicación, pueden cambiar sus vidas y las de sus familiares. Eso disfruta Heinze cuando trabaja. Después, todo lo otro lo sufre, lo padece. Lo irrita. Por eso, su gran duda es seguir o no vinculado al fútbol.

“Mi viejo me enseñó que hay que ir siempre con la verdad y de frente. Después si a las demás personas les molesta, no es un problema mío. Digo lo que siento. No me sale ser de otra manera. A veces me cierro mucho y termino aislado por ser frontal. Pero prefiero ser así antes que ser hipócrita. Me sale esto, no sé si está bien o mal, pero soy auténtico”, confesó el ‘Gringo’ alguna vez. Es tan auténtico y transparente que hace un tiempo, en su Crespo natal, habían organizado una carrera en su homenaje. El se puso enteramente a disposición. Un político de su ciudad, vio la oportunidad de entregarle un obsequio y conseguir una foto. Luego de que le entregara el presente, Heinze tomó el micrófono y dijo: “Mire señor le agradezco esta plaqueta que usted me entrega. Pero yo ya tengo mi carrera hecha, no sé ni donde va a ir a parar esto. Le agradecería que esa plata que usted gastó, la destinara a los chicos que recién están empezando. Ellos necesitan que los apoyen, que los acompañen, que los cuiden”.

La mañana siguiente a la derrota por 1-0 en condición de local ante New England Revolution, Heinze se dirigió al Children’s Healthcare of Atlanta Training Ground, donde se entrena el Atlanta United. Tomó la autopista, con mucho verde y muy boscosa, hasta salir a la derecha donde aparece el predio de entrenamiento. Apenas ingresó, como en cada jornada, observó las canchas donde los chicos de la academia del club se entrenan. En el corazón del predio está el edificio central donde tiene su oficina. Preparó el mate y repasó la sesión de entrenamiento que llevaría adelante. Nunca pensó que estaría sentado allí por última vez.

La decisión del entrenador de hacer trabajar diferenciado a Josef Martínez, emblema e ídolo del club, había transformado el ambiente. El delantero había disputado su último partido por MLS el 29 de Mayo en el empate 2 a 2 frente a Nashville. Luego de ese encuentro viajó a Brasil para disputar la Copa América con el seleccionado venezolano. El 12 de junio se anunció que había dado positivo de Covid-19, por lo que debía permanecer aislado en una habitación. El 27 de junio, ya con el alta médica, no formó parte del plantel de Venezuela en la derrota frente a Perú por no estar en forma física.

El 6 de julio, en conferencia de prensa, Heinze informó que Martínez se estaba entrenando de forma diferenciada. Unos días después, en la previa del partido contra New England Revolution, el entrenador dio más precisiones sobre el delantero venezolano: “Josef no tiene ningún problema físico, es una decisión mía que entrene diferenciado. Los motivos los sé yo y los tengo claros”.

El futbolista pretendía jugar de todas maneras y les comunicó a los directivos del club que no iba a seguir en la institución el año próximo. En vez de aceptar la decisión del entrenador, decidió jugar sus fichas y poner a los hinchas de su lado. El día del encuentro con Revolution, se pudo ver que la jugada estratégica diseñada por Martínez había dado resultado: en el estadio los hinchas se manifestaron a favor del emblema, ídolo y goleador histórico del club. “Liberen a Josef”, decían las pancartas que mostraban los fanáticos, que también se manifestaron a través de las redes sociales. De hecho, el propio jugador le dio like a un mensaje en Twitter que hablaba de su jerarquía y apuntaba contra el DT “Manda a botar a Heinze de esa vaina y se acabó todo”.

En contacto con la prensa, luego del partido, Heinze contó que había tenido una charla con el jugador y que volvería a entrenar con el grupo: “No sé si Josef estará para el próximo partido. Empezará a entrenar con el equipo. Tengo que ver cómo está y ponerlo a punto. El grupo está ajeno a la situación de Josef porque yo hago que esté ajeno. Empieza a entrenar mañana con el equipo. He tenido una conversación con él. Todo lo que uno decide y hace, es pensando primero en Atlanta, después está el resto”.

Para Gabriel Heinze, todos los jugadores son iguales, no entiende de privilegios. Es más, según su idea, los referentes deben ser los primeros en llegar y los últimos en irse, porque son los que marcan el camino y a quienes observan los que están comenzando su carrera. Por eso, cuando toma una decisión lo hace pensando en el grupo, no en la persona. En Argentinos Juniors, Gastón Machín era el referente, ídolo y capitán de la institución, pero perdió la titularidad con Esteban Rolón. “Machín conmigo no jugaba, pero tenía un compromiso hacia el grupo y hacia el club impresionantes. Siempre daba todo”, destacó el DT.

En Vélez, por distintas circunstancias, en algún momento también tuvieron que trabajar diferenciados jugadores que eran claves y fundamentales como Santiago Cáseres, Mauro Zárate y Lucas Robertone. Siempre puso el grupo por sobre cualquier individualidad.

Luego del entrenamiento del domingo 18 de julio, Darren Eales -presidente del Atlanta United- y Carlos Bocanegra -director deportivo- se reunieron con Heinze. Le hablaron de la importancia de Martínez dentro de la institución, de no ser tan exigentes con los entrenamientos y de algunas cuestiones relacionadas con la prensa. En definitiva, a Gabriel Heinze le estaban pidiendo que dejara de ser Gabriel Heinze.

El entrenador, con mucho recorrido dentro del mundo del fútbol como jugador y ahora como DT, percibió las intenciones: “Ustedes saben muy bien a quién fueron a buscar”, les comentó. Les marcó un par de cuestiones y entendió que no había mucho más por dialogar.

Todas las expresiones periodísticas surgidas luego de esto en los Estados Unidos y las supuestas denuncias por un incumplimiento del convenio colectivo de trabajo, responden a una campaña de desprestigio, para tomar recaudos legales ante la rescisión contractual.

De hecho, Josef Martínez habló en conferencia de prensa tras la salida de Heinze y cuando fue consultado por el supuesto conflicto, prefirió no manifestarse y dijo que con el entrenador argentino había aprendido a trabajar al máximo, a entender que los entrenamientos se viven de la misma manera que un partido y que debían dar el ciento por ciento por los colores que representaban. También confesó haber tenido problemas cardíacos luego de haber contraído coronavirus durante la Copa América.

Devoto de la Virgen de San Nicolás, Gabriel Heinze podría haber tomado como señales los contratiempos que fueron apareciendo desde el comienzo de estas experiencias.

Luego de analizar el plantel había percibido gran cantidad de jóvenes y pocos jugadores experimentados, les pidió a los dirigentes contratar a quien era su capitán en Vélez, Lautaro Giannetti, y a Lisandro López, capitán de Racing, para que sean los referentes.

Giannetti viajó a Atlanta y, cuando estaba por firmar, no pasó la revisión médica y tuvo que regresar al club de Liniers. “Licha” López alcanzó a disputar un par de partidos, pero decidió rescindir el contrato por el fallecimiento de su padre y los problemas de salud de su mamá.

Heinze todavía no decidió los pasos a seguir. Esta experiencia en la MLS la había tomado también como una oportunidad familiar para poder desarrollar su trabajo y convivir con los suyos en un contexto diferente. Por eso viajó a Atlanta junto con su esposa y los tres hijos. Por eso, por su propia filosofía, hoy ya no es más el entrenador de un equipo que lo fue a buscar. Un club al que el propio Heinze le señaló quién era y cómo trabajaba.

El resto es una historia tan manipulada como el VAR en Sudamérica. Es probable, casi un hecho, que no se conozca públicamente “su verdad”. Al cabo, a él sólo le importa lo que digan y opinen su familia y sus afectos.

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