En la definición con tiros desde el punto penal, el arquero Vallejos, que en la ida había cometido errores que terminaron en gol, fue clave y permitió al equipo victoriense quedarse con el título.
Es una frase tan vieja como el deporte mismo. El fútbol siempre da revancha. A veces la revancha aparece de manera inmediata, otras después de un tiempo, pero este hermoso deporte, siempre otorga una segunda oportunidad. Y vaya si lo sabe el arquero de Banfield de Victoria, Vallejos, quien el día domingo en el partido de ida, había sido partícipe necesario de los dos goles de 25 de Mayo. Dos errores en los que tuvo que ir a buscar la pelota al fondo de su propio arco y que lo llenaron de dudas. En los días previos se habló y mucho sobre estos errores y sobre qué decisión tomaría el cuerpo técnico del equipo del Taladro, que finalmente decidió renovarle la confianza y darle la posibilidad de buscar su revancha. Y vaya si la consiguió.
En un marco imponente en el estadio El Pinar, 25 de Mayo recibió a Banfield para saber finalmente quien se quedaba con el título de la Unión Deportiva. El decano, había disputado nueve finales de UDL y las había ganado a todos. Banfield, por su parte, nunca había gritado campeón.
A los 15 minutos de la etapa inicial, 25 dio su primer aviso, como no podía ser de otra manera a través de “Gato” Arrua a quien le anularon el gol por posición adelantada. A los 19 minutos luego de un gran pelotazo de Rueda, Lobbosco desborba por banda y deja a Arrua de cara al gol. En una salvada providencial, un jugador de Banfield saca la pelota sobre la línea. A los 23 minutos el Taladro tuvo su primer llegada clara en los pies del “Tanque” Ramirez quien con pelota al pie y desde el centro del área, quiso poner la pelota junto al palo y se fue apenas desviada. A los 35 minutos, llegó la apertura del marcador a través de un corner que parecía no llevar mucho peligro, pero un mal pique del balón descolocó a la defensa decana y Lucas Diácolo ingresando por el segundo palo empujó la pelota a la red.
En la segunda parte 25 se encontró a los 15 minutos con un golazo de “Gato” Arrúa quien sobre el vértice del área le hundió todo el pie a la pelota y la colocó sobre el arquero Vallejos. A partir de allí fue casi todo, exclusividad de 25 de Mayo, con un Rosal sobresaliente. A los 32 minutos nuevamente Arrúa con un remate cruzado que el arquero desvía al córner, casi sentencia la serie. En el último minuto del encuentro, Arrúa recibe una falta, discute con su marcador, recibe un cachetazo, y árbitro del encuentro Folmer, decide expulsar con roja directa al jugar del Taladro y Arrúa recibe su segunda amarilla lo que no le permitió estar en la definición por penales.
Allí también fue todo muy parejo, errando un penal cada uno en la serie de cinco ejecuciones hasta que el cuestionado arquero Vallejos pudo despejar el remate de Vignola y Banfield de esta manera, coronarse campeón por primera vez de la Unión Deportiva de Ligas.
Los jugadores de 25, muchos con lágrimas en los ojos, masticando bronca, fueron todos juntos agradeciendo a su gente y saludando a sus rivales.
Saben, seguramente, que el fútbol les dará revancha.