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Voley

Ana Gallay: “Se que estoy en la última etapa. Es difícil saber que hacer”

La máxima referente del Beach Voley cuanta como está viviendo su última etapa como jugadora

Por Cornago Gonzalo

“Sé que estoy en mis últimos años, es difícil pensarlo. Sé que estoy en la última etapa, es difícil saber qué hacer. Seguramente eso se irá dando. Todavía no me quiero retirar, pero sé que estoy en la puerta”. Ana Gallay, generalmente,  derrocha energía y optimismo. Sabe qué y cómo decir. No da rodeos. En el único momento que le cuesta encontrar las palabras justas y precisas, es cuando se le pregunta por su retiro. El tono de voz baja y casi que empuja las palabras.

No ha sido una carrera más la de la nogoyaense. Vaya que no. Es la bandera del Beach Voley en nuestro país y ha dejado una huella imborrable. Su nombre se escribe con letras de molde en la historia de este deporte.

Y pensar que el beach voley apareció en la vida de Ana Gallay por necesidad “Yo estaba estudiando educación física y necesitaba ayudar en mi casa para continuar la carrera. En mi ciudad dieron un curso de arbitraje de Beach y lo vi como una posibilidad de poder ganar algo de dinero. Como era los fines de semana tampoco me perjudicaba en los estudios. Así fue que arranqué como árbitro en la primer fecha y me gustó tanto la disciplina que para la segunda fecha ya estaba adentro de la cancha” dice con su carcajada tan particular recordando aquellos comienzos en el año 2007.

Alumna aplicada fue abanderada en la Escuela Técnica y la primera de su promoción en recibirse en el profesorado de Educación Física que estudió en Gualeguay. Cuando tuvo su título, uno de sus primeros trabajos fue Crucecita Octava, a 70 km de Nogoyá, en el medio del campo. Debía salir en moto, casi de noche, porque tenía una hora y media de viaje por caminos de tierra. A pesar de llevar abrigo en invierno, muchas veces sufrió de hipotermia y tenía que bajarse de la moto y empezar a trotar para recuperar la temperatura. Llegaba congelada a la escuela.

Gallay es, sin lugar a dudas, el emblema del beach vóley en Argentina. En todos y cada uno de los logros que este deporte ha obtenido, la nogoyaense  fue protagonista: llevó por primera vez la disciplina a un Juego Olímpico en Londres 2012 junto a Virginia Zonta. Fue la primera deportista que ganó una medalla en un Juego Panamericano (Oro en Toronto 2015 junto a Klug) fue la primera deportista argentina que participó en el circuito mundial. Junto a Fernanda Pereyra logró la medalla de plata en Lima 2019 y obtuvo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, donde por primera vez en su historia, el deporte tuvo representación en ambas ramas tanto en Beach como en Indoor.

Gallay no solo se ocupa de jugar, de buscar sponsors y encontrar la manera de que  las giras sean lo más redituables posible, sino que también en su momento se ocupó de buscar una compañera cuando Georgina Klug decidió retirarse

“Cuando Geo se retiró yo quería seguir porque me sentía muy bien, pero para ser sincera me costó mucho el arranque porque no estaba acostumbrada a perder en rondas iniciales y en torneos de menor nivel y eso fue duro. Hoy siento un gran orgullo de ver cómo hemos evolucionado y crecido. Hoy lo pienso y me parece una locura lo que hicimos con Pablo de salir a buscar una jugadora para empezar de cero. Sabíamos que no iba a ser una jugadora de beach porque no había ninguna bloqueadora alta.  Bancarse lo que se bancó Fer (Pereyra su actual compañera) fue tremendo. Ella no estaba acostumbrada a jugar con presión, a representar a un país y lo manejo muy bien. Encima después nos agarró la pandemia y nos complico mucho, porque veníamos en pleno crecimiento y se paró todo el circuito mundial”

De esfuerzo, sacrificio y lucha está hecha la trayectoria de Gallay. Cuando todavía no sabía que existía el beach vóley salía a entrenarse sola por las calles de Nogoyá  y los fines de semana viajaba 120 km hasta Aldea Brasilera para jugar al voley. Muchas veces eso viajes los hacía a dedo, porque no tenía para solventar los gastos. Y no fue solo un fin de semana. Durante cuatro años tuvo esa rutina. Así también como sus padres organizaban rifas, vendían empanadas y salían a pedir apoyo a los negocios del pueblo para ayudar a Ana, quien a los 13 años ya estaba en la selección entrerriana.

“Este deporte es extremadamente amateur en Argentina. Necesitamos que, sobre todo, haya más canchas, lo digo como crítica constructiva. De esa manera habrá más jugadoras. Ojalá que próximamente haya diez pibas y que me saquen el puesto. Tienen que aprovechar toda la exposición que tiene el deporte en los últimos años. Para que el deporte crezca necesitamos un circuito nacional que sea fuerte. No ha habido desarrollado y si no tenemos eso, es difícil que crezca. Cuando nosotras entrenamos, mucha gente se acerca porque quiere sumarse al deporte y empezar a practicarlo, pero no sabe donde hacerlo”

Exigente y obsesiva por naturaleza, pasa horas y horas estudiando todos los detalles. Esa exigencia la hace pasar muchos meses lejos de su esposo Alfredo con quien vive en Mar del Plata y con quien por ahora, sigue postergando el deseo de ser madre. “Ya llegará el momento, por ahora seguiré resignando cosas personales por este deporte que amo y  al que le voy a dar hasta el último esfuerzo, para dejarlo lo más arriba posible.  Me encanta vivir de esto y soy una privilegiada por poder estar compitiendo. Por eso y al estar los próximos Juegos de Paris cercanos,  me animé a un nuevo ciclo olímpico. Siempre le digo a Pablo (Del Coto su DT) si  ves que no rindo, decime yo no tengo problemas”

Hace muchos años que dejaste la ciudad. Que es lo primero que se te viene a la cabeza cuando te nombran, Nogoyá?

Lo primero que se me viene a la cabeza cuando me nombran a Nogoyá, es mi familia, que la verdad los extraño mucho y paso muchísimo tiempo alejado de ellos, pero sé que es parte del combo, por poder hacer lo que tanto amo y me gusta.  El polideportivo se me viene bastante a mi cabeza porque fue donde siempre entrené y obviamente toda la gente que conozco.

Si tuvieses que elegir tres momentos de tu extensa carrera, cuáles serían y porque?

A ver…seguramente el primero que elijo es la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Esa clasificación fue algo muy emotivo. Por suerte estaba toda la familia alentando desde la tribuna y en ese momento era algo casi inalcanzable para nosotras.

La clasificación a los olímpicos de Rio 2016, es un gran recuerdo que tengo también, porque fue un proceso bastante largo con Geo (Klug), pero también fue la etapa que más me marcó en mi carrera. Y los Panamericanos del 2015 estuvó muy bueno. Esa medalla marcó un antes y un después en mi carrera.  

Si te dan a elegir tres lugares de todos los que conociste gracias al Beach, cuáles serían?

He tenido la suerte de conocer países y lugares, increíbles. Pero uno siempre relaciona el lugar con los resultados deportivo y lo primero que se te viene a la cabeza son lugares donde la pasaste muy bien: Toronto sin duda lo elijo, fui dos veces. Gstaad (Suiza) que fue donde pasamos por primera vez la primer qualy de un circuito mundial y es un lugar extraordinario. El tercero me cuesta un poco más, pero me voy a quedar con Rio porque nos ha dado muchas satisfacciones y sus playas son bárbaras,jaja.

Están en un momento especial de la temporada. Cuáles son los objetivos?

Siempre pongo como prioridad el circuito mundial. Por suerte este año pudimos jugar varias etapas del circuito y ahora estamos preparándonos para hacer la segunda gira. Somos Argentina y sabemos que todo nos  cuesta un poco más.  Estoy viviendo mis últimos años del beach y quiero dar todo y más también. Con las lesiones, pandemia y demás, retrocedimos un poco. Por suerte ahora estamos entrando nuevamente en ritmo y poniéndonos a punto para el objetivo principal, que son los Juegos Olímpicos de Paris.

Recién comentaste que estás viviendo tus últimos años en el Beach. Te estás preparando para el día después?

Es difícil pensarlo, pero sé que estoy en mis últimos años. Soy muy consciente que estoy en la última etapa y  es difícil saber qué hacer. Seguramente eso se irá dando, todavía no me quiero retirar pero sé que me estoy acercando a la puerta. Seguramente seguiré dentro del deporte e intentaré cambiar algunas realidades. De lo que estoy segura, es que voy a dejar hasta la última gota de sudor, hasta el último segundo en el que esté dentro de una cancha. De eso no tengo ninguna duda.

Obsesiva, meticulosa, mandona y de una tenacidad inquebrantable. Así es Ana Gallay, la luchadora que revolucionó el beach vóley en la Argentina

FM deportes
Ramírez
Nogopaint

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